Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://deaconqmsn915649.aboutyoublog.com/46855613/lo-que-dijo-zidane-sobre-el-cabezazo-a-materazzi